Desem Waringin ha dicho que prefiere compartir el dinero con gente que lo necesita. El rumor sobre las intenciones de este rico empresario había corrido como la pólvora hace varios días entre la población, que esperaba como agua de mayo la caída del maná. Tung ha admitido que la idea era un poco 'loca', pero que lo que quería, 'una lluvia de dinero', lo ha conseguido. Aunque sus deseos iniciales de esparcir dinero sobre Yakarta no lograron los permisos necesarios de las autoridades, que alegaron motivos de seguridad.
Millones de indonesios viven por debajo del umbral de la pobreza y la distribución de ayuda y comida gratis provoca habitualmente largas colas en el país.
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